Hace un par de años atrás escribí para un diario de mi ciudad llamado Época un artículo sobre el sistema educativo estrella: el finlandés. Lo pueden ver completo aquí. No pretendía rebajar el mismo, sino relativizarlo a lo que realmente es: el producto de una sociedad, con sus características, virtudes y defectos. Por eso era difícil copiar cosas de allí si no se está dispuesto a ser «como» ese país. En el siguiente post, Jordi Martí también hace un análisis desde otra mirada. Espero que lo aprovechen
Saludos.
Gracias por compartir!!
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