El sistema educativo prepara alumnos para el mundo actual, o futuro? O solo hay intentos aislados?
Siguiendo la lógica de anteriores notas, la visión de la tecnología desconectada de la vida cotidiana del ser humano cada vez es mas irrecuperable, donde los conceptos de inmigrantes digitales y nativos digitales caen en desuso, ya que “todo es tecnología” y es mas coherente enfocarnos en el uso, en la apropiación de una interface tecnológica que en la tecnología en si; estamos en un punto donde se impone preguntarnos: qué tecnologías serán las que prevalecerán en el futuro?, y cuáles serán las habilidades que demandarán sus interfaces?
Es por eso que se necesita sacar provecho del potencial de uso de las tecnologías en el aula para abordar la brecha digital existente y ofrecer a cada estudiante las habilidades digitales que necesitan en el mundo interconectado en el que vivimos.
¿Quiere decir esto que en la actualidad las nuevas tecnologías en el aula no han logrado un éxito esperado? ¿Debemos simplemente desecharlas? Por supuesto que no. A pesar de que la correlación entre el uso de las tecnologías y el buen rendimiento de los estudiantes parece muy discutible, existe un informe de la OCDE que no habla del fracaso de las tecnologías en proporcionar apoyo al mundo educativo; al contrario, se refiere al fracaso del mundo educativo en utilizar las tecnologías de la mejor manera: “La conclusión que emerge es que las escuelas y los sistemas educativos, en general, no están preparados para sacar el máximo partido a las tecnologías… Los elementos clave para el éxito son los profesores, los líderes educativos y las personas que toman las decisiones. Estos colectivos son los que tienen la visión necesaria, y la capacidad, para conectar a los estudiantes, los ordenadores y el aprendizaje.”
Es de esperar que las tecnologías sean usadas para conectar a los estudiantes y promover un aprendizaje activo, en vez de uno pasivo. Dicho esto, a pesar de que ofrecer a los estudiantes acceso ilimitado a contenido en línea puede ser tanto liberador como emocionante, ha de tenerse en cuenta que, sin una orientación apropiada, corren el riesgo de perderse, aburrirse o acabar confundidos.
Este mismo informe resume tres claves para que la educación y las tecnologías tengan una situación de mayor “naturalidad”:
- Participación. En primer lugar, proporcionar a los estudiantes herramientas que les permitan crear su propio contenido, para ayudarles a superar el aburrimiento y a sumergirse en un aprendizaje activo. Estudiantes y profesores de todo el mundo crean una media de 10 recursos de aprendizaje por minuto dentro de alguna plataforma educativa. Esto demuestra un alto nivel de entusiasmo entre los estudiantes por crear recursos para mejorar su conocimiento de un tema.
- Orientación. En segundo lugar, los estudiantes necesitan dirección al recopilar información de Internet. Es demasiado fácil derrochar tiempo viendo vídeos online o visitando las redes sociales. Tal y como indica el informe de la OCDE: “Las TIC solo están vinculadas con un mejor rendimiento de los estudiantes dentro de determinados contextos, tales como cuando el SOFTWARE informático e Internet ayudan a incrementar el tiempo de estudio y la práctica”. Permitir a los estudiantes descubrir recursos en plataformas de dedicadas al aprendizaje es una buena medida. Al hacerlo, éstos disfrutan del mismo elemento de descubrimiento y aprendizaje personalizado pero, esta vez, sin la tentación de las distracciones que normalmente encuentran en Internet.
- Evaluación. En tercer, y último lugar, cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje necesita contar con un elemento evaluativo. De hecho, ésta es un área en la que las tecnologías pueden ofrecer enormes beneficios añadidos a los profesores. Poder evaluar y comparar el conocimiento de los estudiantes al final de un módulo de aprendizaje es uno de los pilares básicos de muchas plataformas de aprendizaje. Existen muchos sitios en donde se pueden concretar instancias de evaluaciones serias y acordes a trabajos de tipo académico. Realizar tests al final de cualquier sesión de aprendizaje es una manera altamente efectiva de asegurarse de que los estudiantes han asimilado y comprendido los elementos relevantes de la misma haciendo uso de las tecnologías. Éste es tan solo otro de los usos de las tecnologías como apoyo al aprendizaje. Tal y como apunta el informe de la OCDE: “A pesar de los numerosos retos que existen para integrar las tecnologías dentro de la enseñanza y el aprendizaje, las herramientas digitales ofrecen una gran oportunidad para el mundo educativo. De hecho, multitud de aulas de todo el mundo usan las tecnologías como apoyo para mejorar la calidad de su enseñanza y la participación de los estudiantes, mediante espacios de trabajo colaborativos, remotos y laboratorios virtuales o a través de las muchas herramientas TIC que ayudan a conectar el aprendizaje con retos auténticos y de la vida diaria.”
Al animar a los estudiantes a aprender de una manera activa dentro de entornos apropiados y con las herramientas y métodos de evaluación adecuados, las instituciones educativas pueden usar la tecnología para dar apoyo y enriquecer sus experiencias de aprendizaje – algo de lo que se están dando cuenta cada vez más educadores y estudiantes.
[i] La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es un organismo de cooperación internacional, compuesto por 34 estados, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales. La OCDE fue fundada en 1961 y su sede central se encuentra en el Château de la Muette, en París (Francia)