Las grandes organizaciones cuentan con tremendas capacidades para transformar su entorno y ejercer el liderazgo que poco a poco se han ido ganando en el mercado. Pero, al mismo tiempo, también están sentadas sobre “barriles de pólvora” difíciles de controlar. El modo en el que nos organizamos influye de forma directa, e “indolora”, en nuestras posibilidades de futuro como personas, y por extensión, en las de nuestras empresas.
Source: manuelgross.bligoo.com
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