See on Scoop.it – Vida espiritual
Un manipulador es quién emplea a los demás como si fueran cosas. Es quién dice las cosas con la intención de que otra persona reaccione de determinada manera. La marca del manipulador es que esconde sus verdaderos sentimientos.
Lo opuesto del manipulador es el ser auténtico. Una persona auténtica confía en sus sentimientos, comunica sus necesidades y sus preferencias, admite sus deseos y sus culpas, ofrece ayuda verdadera cuando se necesita y, entre muchas otras cosas, es honesta y constructivamente vehemente.
La paradoja es que cada uno de nosotros es en parte un manipulador y en parte auténtico, pero que podemos volvernos cada vez más auténticos expresando nuestro verdadero ser, aquello que sentimos y necesitamos.
Hay muchas formas de manipulación, algunas de éstas son: Con el silencio; con las enfermedades; con la fuerza física; con la agresión verbal; con la amenaza de muerte; con la seducción; con el dinero; con la indiferencia; con la sobreprotección; con las expectativas; con la represión; con la debilidad; con la fortaleza, etc.
Al manipular tratamos de obtener lo que necesitamos de los otros pues tenemos miedo de perder la aprobación de los demás.